Athabasca fue terrible, abro los ojos desoues de escuhcar la voz de Jay Jay diciendo: son las 3 de la manana!!... carajo, me dio muchisima risa, me dormi un ratito mas y despues subimos al lago a ver el amanecer.
El Rainier fue otra cosa, la falta de potasio (creo) hizo que la pequena caminata de Athabsca me dejara adolorido de mis piernas, ademas de que descubri que la bota derechha que tengo en estos lares no es realmente mi bota derecha, asi que desde Vancouver yo pensaba en no subir, solo llevar a los muchachos al cerro. Llegando al lugar en cuestion decidi subir al campamento y ahi ver que onda, no necesite mas de dos horas para confirmar mi decision de no subir, la bota me mattaba.
La noche llego con una deliciosa cena (atun con arroz) decidmos dormir para que los muchachos que si lo intentarian pudieran descansar. Despierto a las 12 am con el techo de la casita en la cara, NO MAMES!!!! otra vez, lo mismo me paso hace unos meses en el Izta, me siento me pongo mi chamarra impermeable y me recagro contra la pared de la casita para evitar que se desplomara, el viento no cedia, a la 1 am se despertaron los demas, se vistieorn los morros y se alistaron para salir a la punta.
Mientras eso pasaba el viento arreciaba, me quede solo adentro, la idea era tumbar la casita y mudarnos con Alf. De pronto llego una rafaga, la casita se movio medio metro (yo seguia adentro y habia una caida muy cerca), le dije a Emilie que empezara a quitar las varillas, otra rafaga y se mueve unos cuantos centimetros, ahora ya pienso en salirme y dejar que el viento se lleve todo, la casita, las mochilas, el equipo... decido resistir un poco mas, pero ahra pedimos ayuda, una rafaga mas me mueve otro medio metro, suficiente, me salgo de la casita con la ezperanza de que no llegue otra rafaga... llega pero el Chilango se lanza como portero y le cae encima justo a tiempo, lastima que la lunatica de Emilie no pudo ser rescatada...
Al final siete morros llegaron a la punta (Potter, Cabo, Porraca, Chicles, Empa, Charro y Maria).