Un domingo cualquiera.
Todavía no sé si me da un chingo de hueva ir a la playa tres días, creo que prefiero quedarme a nomasear en mi casa. Hoy desayunaron en mi casa mi hermano el casado y su señora, no platiqué mucho con ellos, no se despidieron de mi porque pensaron que estaba dormido, en realidad estaba haciendo güey frente a mi computadora. Fui a dejarle su cartera a un amigo y timbré y timbré y nadie me abrió, todavía tengo esa cartera con licencia, IFE y una que otra identificación y unos cuantos pesos en monedas. Fui a casa de mi amiga y le pinté su cuarto y le ayude al montón de gente que ya había a terminar de armar una alberca. Después hice unas ricas hamburguesas y unos vampiros de arrachera. Los que beben alcohol bebían unas frías cervezas mientras yo bebía agua mineral con un toque de limón. Gran domingo.
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