Mis días sin auto.

Por razones azarosas dejé de tener vehículo propio. Mis idas y vueltas al ITESO son, a expeción de mi ida los jueves, en raid o transporte público. Si, es un poco incomodo depender de alguien más para ir de un lugar a otro. Pero todo consiste en planificar, si, el transporte público es caro e incomodo, pero si tomamos nuestro tiempo, podemos ir a donde sea tomando en promedio solo dos camiones. Si, a veces se requiere caminar unas cuantas cuadras, pero que mas da, el ejercicio siempre es bueno. También nos podemos desplazar en raid, que es como yo realizo la mayoría de mis desplazamientos, solo se requiere realizar un para de llamdas telefónicas a algún amigo o familiar y pedir el favor, es una vez mas, cuestión de tomarnos nuestro tiempo y ser precavidos. No se trata de quejarnos y seguir utilizando nuestro vehículo hasta que se den las soluciones. La situación no cambiará hasta que empezemos a actuar. Que todos los días se conviertan en días sin auto o en días de compartir el auto.

Calor, distancias, oleadas...

Me despierto a las seis de la manana del jueves y digo: no mames, que calor esta haciendo.

El sol quema y deja marcas en la piel mientras trabajo limpiando edificios con agua a presion, un trabajo que ya no odio tanto. Los canadienses con lo que he platicado del tema no les importa que otros lugares el agua es poca o inaxesible, su respuesta siempre es: porque cuidarla si aqui tenemos mucha.
La distancia se hizo mas corta nuevamente, pero creo que no esta poniendo de su parte, dice que me necesita pero nuca esta aqui. La distancia me llena de dudas, un poco de miedo, miedo a que algun dia la distancia no exista y no pueda esconderlo mas y explote frente a su cara.
Las primeras olas empiezan a llegar, se llena la ciudad y los que ya estamos aqui pensamos en escapar o no permitir que lleguen.