domingo, mayo 10, 2009

Aquella vez que me enamoré de una canción (hablando de Arcade Fire)

Este es un ensayo que escribí hace unos meses para una clase, tenía que definir alguna experiencia personal que tuviera que ver con los niveles de amor según Platón, ésto fue lo que se me ocurrió.


Aquella vez que me enamoré de una canción

Y no querer que ese sentimiento termine, jamás. De como la música te puede rescatar de las situaciones más tristes (ó hacerlas revivir) y no querer que ese sentimiento termine, jamás. De como la maravillosa sensación de dejarse llevar por la música (ó sentirse atrapado).

La música nos ofrece salidas y entradas de y a mundos que parecen estar más allá del entendimiento o el alcance de la mayoría de las personas. Para mí, la música es uno de los aspectos más importantes en mi vida. Escucho música cuando estudio, cuando escribo, cocino, cuando leo, cuando viajo, cuando contemplo el techo en busca de inspiración, etcétera, etcétera. No me imagino un día de mi vida sin música, creo firmemente dos cosas, la primera es que hay una canción adecuada para todo momento; la segunda, creo firmemente en la influencia de la música sobre las personas.

La rebelión.

Era febrero de 2006, descubrí gracias a mi primo Andrés una canción. El grupo se llama Arcade Fire, la canción se llama “Rebellion (Lies)”. De inmediato supe que esa canción iba a ser algo muy importante, al menos en mi vida. Tenía que escucharla más y más, mi apetito musical parecía insaciable. La escuchaba una y otra vez, leí todo sobre la banda y busque la letra de la canción en internet, busque fechas de sus conciertos y veía videos de presentaciones en vivo en You Tube. Era como si mi vida entera girara torno a esa banda y sobre todo, en torno a esa bellísima canción.

El amor si existe y se llama igual que una canción.

Me sentía de alguna manera atrapado y al mismo tiempo, conectado con otro lugar, con un lugar donde la inspiración es algo cotidiano. Escribía mucho, leía mucho, escuchaba mucho, en general, estaba inspirado y entonces decidí armarme de valor y anunciar que estaba enamorado de una canción. Estaba enamorado de algo inexistente y era un amor que no podía ser correspondido, era amor platónico, estaba enamorado de la belleza de una canción yo me conformaba con esperar algún día poder escuchar esa canción en vivo y por lo menos escucharla hasta una y otra vez.

La canción adquirió un gran sentido para mí. Era amor, esperanza, pasión, un poco de brutalidad y ganas de gritar y cantarla, la canción me daba ganas de comenzar una revuelta. La puse en discos que después le regalaba a mis amigos y amigas, la subí a mi blog personal para que todo el mundo pudiera sentirse un poco como yo.

Dentro del significado de esa canción cabía una gran parte de mi vida. Es hasta hoy una de mis canciones favoritas. En ella se resumen un par de años de mi vida muy especiales para mí. En ella caben viajes y cambios de país, desertar una licenciatura, relaciones amorosas que eventualmente llegaron al fracaso, ascensiones a montañas, perder la esperanza y recuperarla. En fin, en dos años pasan muchas cosas y todas se resumen en las notas y los versos contenidos en cinco minutos con diez segundos de música y amor.

Es como ver a Dios (lloré).

En agosto de 2007 me mude a Vancouver, Canadá y leí que Arcade Fire tocaría en Seattle en septiembre. Sin dudarlo compré mi boleto para el concierto que llevaba más de un año esperando. Yo ya había comprado todos los discos que había en el mercado de mi ahora banda favorita. Después de varias cosas que salieron mal durante mi viaje y mi breve estancia en Seattle por fin llegó el momento en iba a escuchar a esos diez músicos sobre el escenario. Durante todo el concierto yo sentía que algo muy fuerte estaba a punto de ocurrir. Se respiraba paz, yo sabía que para mí la banda significaba más que para el resto de los asistentes, yo sabía que cuando se escucharan los tambores que marcan el inicio de Rebellion yo iba a explotar, pero lo más importante es que yo era en esos momentos el hombre más feliz.

Pasaban las canciones y no tocaban mi favorita, yo sentía que el concierto estaba a punto de terminarse y mi canción (para ese momento la canción ya era mía). Mi felicidad iba decreciendo muy lentamente y comenzaba incluso a desilusionarme un poco y de repente comenzaron a sonar los tan peculiares tambores y yo comencé a gritar y a saltar lo más fuerte que podía. La gente que me rodeaba me veía con extrañeza, a mi no me podía importar menos, yo solo saltaba y gritaba. La músicos en el escenario tocaban solo para mi (al menos así lo sentía yo), los diez producían los sonidos más bellos y la voz de Win Butler era la voz varonil más bella que yo había escuchado. El erotismo de un concierto es increíble y a la vez un tanto desagradable. Entre la multitud no sabes de quien es el sudor y no sabes si lo que cae del cielo es agua u otra cosa, el contacto es íntimo, demasiado tal vez, pero aún así yo lograba sentirme completamente solo.

Comenzó el coro de la canción “everytime you close your eyes (lies, lies)” y sentí un par de lagrimas escaparse de mis ojos para unirse con el sudor y el aliento de alguien más. Yo cantaba con toda mi emoción y deseaba que ese momento no se terminara jamás, saltaba y agitaba mi cabeza mientras otro par de lágrimas se fugaban, no me importaba. Yo sentía una conexión con la banda y con el resto del público, éramos todos unos, ahora todos cantábamos y gritábamos al unísono, en el escenario los músicos irradiaban felicidad. La canción iba llegando a su fin y todos nos tranquilizábamos al compás de la música, los aplausos no se hicieron esperar. Yo comencé a gritar nuevamente y ahora sentía una especie de éxtasis, aunque realmente todo me estaba saliendo mal, yo no podía ser más feliz y no me importaba no tener dinero y tener que pasar la noche solo en una ciudad extraña porque el último camión hacia Vancouver ya había salido.

Pase una de las mejores noches de mi vida, recordaba una y otra vez lo bello del concierto, caminaba por las calles desoladas, la ciudad era mía y de uno que otro vago. Yo caminaba, tenía que caminar. Primero para evitar el frío, segundo porque sentía la necesidad de caminar para poder concentrarme en la música y reflexionar acerca del concierto. Pasé la noche entera meditando.

Alguna vez leí que ver a Arcade Fire en vivo era como “ver a Dios y decirle que tiene la bragueta abajo”. Yo no sé si creo en Dios, pero definitivamente ver a esa banda tocando en vivo movió algo dentro de mi, fue una experiencia más allá de lo real, hasta la fecha no he encontrado las palabras que logren explicar o definir la combinación de sentimientos que ahí se manifestaron.

El amor si existe y se manifiesta en maneras muy extrañas. Se puede amar a una canción, a una banda o a la música en general. Se puede amar al padre y la madre, al hermano, al amigo. Amar a una pareja, etcétera. El amor se manifiesta de diferentes maneras y cada amor es diferente. El amor se manifiesta en niveles, amor a lo físico a lo tangible. El amor al ser o a la simple existencia de algo. El más fuerte y el más imposible es el amor a la belleza, es a su vez el más simple, el más puro y el más difícil de conocer y reconocer.

El amor es ese ruido que interrumpe la música y no nos deja disfrutar una canción. El amor es ese aparato que le da más volumen a una canción y hace que la disfrutemos más. El amor es ese dolor que nos apasiona y nos hace querer seguir para que finalmente ese dolor se desvanezca. El amor es una serie de acciones contradictorias y muchas veces irracionales. Amor es algo que todos deberíamos buscar.

6 comentarios:

Jp-Tofe dijo...

tsss eso es amor

el chilango dijo...

ya quedó, visible para todos

Jp-Tofe dijo...

yo crei que era como un post oculto o algo

Emilie dijo...

yo tmb y me gusto la idea jaja

Juan Llave dijo...

Y yo pensé que por alguna extraña razón este post sólo era visible en Europa...

Anónimo dijo...

Transmite muchisimo... Es un buen ensayo.. y si, creo que todos deberiamos buscar el amor, en una cosa, actividad, persona, lo que sea... cuando amas algo, todo lo percibes diferente.

SistemaPerfecto

Confía en tu software, navega en skies hacia atrás,
subiendo 20 pisos



Sabes que significa vertical es el descenso, como una nube siempre deshaciendose, así estaré



Aunque pasen dos mil años

existiré

aunque sea en McAllen (malditos cerdos fascistas)




AUUUUUUUUUUUUUU

AUUUUUUUUUUUUUU


WUUUUUUUUUU!

EL SISTEMA ES PERFECTO!!!