vaga idea existencialista
Estar con nosotros mismos, disfrutar de esa soledad con nuestro propio mundo de las ideas, no es común cuando hay relojes por todos lados y el trabajo es para ayer.
Pero algunas veces el corazón, más que nuestra mente lo pide a gritos. Ya sea por que las cosas van muy mal, por que estamos cansadísimos, en muchas ocasiones por que necesitamos ponerle pausa a la película para darnos cuenta de que las cosas van mucho mejor de lo que habíamos pensado o para poder ver esas cosas que no habíamos querido ver.
Así somos los seres humanos. Actuamos en función de lo que pensamos y pensamos en función de lo que somos. No hay más.En la medida que logramos equilibrar lo que hacemos y lo que creemos con nuestra esencia, es cuando logramos esa paz interior, que nos hace sentir ligeros, ágiles, llenos de fortaleza para afrontar lo que viene. Pero sobre todo, extiende nuestros brazos para recibir lo que viene.
Es muy cierto que si bien, no se puede leer el futuro, tenemos el velero del presente en nuestras manos y solo va a cambiar el rumbo sí nosotros así lo queremos. Ese tiempo de nosotros mismos no debería de asustarnos. La soledad no debería hacernos sentir melancólicos. Es solo un tiempo sin estrés, al que ya no estamos acostumbrados... Por lo tanto no sabemos que hacer con él.
¿Pero por qué no ver el rumbo del velero? Si nos gusta el destino al que se dirije, podemos hacer preparativos, disfrutar el trayecto. Y si no, nunca es tarde para cambiar ese rumbo.
"Los hombres no son víctimas de su propio destino" Beauvoir.
Lo importante es darnos cuenta y hacer algo. Son esas acciones las que nos determinan como personas. Si alguien tiene la culpa somos nosotros, si alguien merece reconocimiento somos nosotros. Todo deriva de lo que hacemos. Así es esto.
En realidad no hay nada absolutamente bueno, ni absolutamente malo. La perfección del absoluto es sumamente aburrida y en su monotonía nos acercaríamos a una errada concepción de "dioses" que en lo personal no me interesa, por que ahí no es donde radica la importancia de la vida. No es en la omnipotencia, sino en el amor. Algo que se comprende con el tiempo. Y cada probadita te hace querer más, pues entre más entregas, más te da y te hace sentir libre. Libre de los absolutos, libre de los fantasmas y en equilibrio contigo mismo.
Gracias a eso que para mí no tiene nombre pero que me hace ser lo que soy y darme cuenta en la medida que mi objetividad me lo permite del mundo en el que vivo.Restarle 10 minutos al día para maravillarnos con todo esto que llevamos dentro y que casi nunca lo percibimos no es nada... Y VALE ORO!
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